El béisbol podría ser el deporte perfecto para arreglar los partidos. Pero si alguien cree que los partidos de fútbol pudieran ser arreglados por adelantado, tal vez muchos aficionados a este deporte dejarían de ir a los estadios y los grandes campeones perderían credibilidad, especialmente, los más dominantes.
Sin embargo, una investigación en Inglaterra, la cuna del fútbol, reveló que un buen porcentaje de los juegos son arreglados por anticipado, lo cual le podría restar mérito a los equipos y técnicos dominantes que en ocasiones ganan los partidos muy fácilmente. Arreglar los partidos constituye fraude y debe ser castigado con la ley, lo cual ya se está haciendo en la práctica en Europa.
De otra parte, no se deben hacer experimentos con perder a propósito, tal vez con la intención de lastimar a otros como directivos, aficionados, o a una prensa muy crítica. Esta insólita práctica es más usual a nivel de selección en situaciones en que los jugadores están en discrepancias por sus directivos. En América del Sur, algunas muy experimentados zagueros han sido acusados de cometer errores infantiles o dejarse hacer un gol a propósito para que la selección de su propio país quedara eliminada, simplemente porque estaban disgustados con los directivos nacionales. Consideraban la nación entera y los directivos que fue una forma injusta de manifestar su inconformidad y que a esos genios zagueros del fútbol poco les importaba el asunto ya que juegan en el extrajero con muy buen salario, y hasta el propio técnico sugería que los mejores habían fallado en la forma más inexplicable.
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